Puso
música en mi espíritu
bolso y cabello en las horas para que lo siguiera en el café y en la caña en manos que nunca descansaron y en la luz de las auroras que
adornaban las espaldas Cada nota fue un círculo absorbente eje de amorío sin manivela y sinsabor De ahí se escapa en el navío del
coraje el alma harta y fuego en el pies
Eso repito en cada cambio de
sol mientras el ruido pasa por mis
pestañas quedándose atónito en
los ojos encadenado en cada
muslo que arrulló Por qué la
retirada es tan bruta que no me
deja acelerar Te pregunto a Ti A Ti Que observas fríamente desde la
pared como se hunde mi
vida
Navojoa,
Son. Oct./1/2005
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