Estampas de pasos perdidos
I
El pie sobresale de los grumos lodosos
las raíces marcan el surco
tierra movida para sembrar
Todo es color café, gris, negro, tierra
todo es tierra
toda carne vuelve a la tierra
México se fertiliza
El muerto está enterrado en un surco
su pie es un fruto aterrado
Hay flores
hay hojas verdes luminosas
El pie parece un tubérculo renaciendo
pie brotando cual hortaliza
Cosecha de nuestro terror.
II
Hoy la cosecha ha sido de pies
miembros cercenados
tenemos el prestigioso
primer lugar
en la siembra
y cosecha
de cuerpos.
III
Son dos cuerpos colgando de un puente
hay mucha luz, es un supermercado
El primer colgado
Recuerda al Cristo de Dalí
aquel Jesús crucificado volando
subiendo al espacio
a diferencia, éste tiene los brazos
hacia el centro de su pecho
El segundo cuerpo –de perfil–
parece un ejecutado por la Inquisición
–a garrote vil–
con todo su rostro cubierto
le han roto la tráquea:
El país es un viacrucis perpetuo.
IV
El cuerpo ha caído al agua
pequeño lago en pequeño bosque
El cuerpo ha caído o fue arrojado
el agua es reflejo de la tarde
los árboles reviven en la luz
Es otoño, la hojarasca embellece el estanque
tarde de oro, luz y agua, destellos de un sol obnubilado
Tarde para un par de novios acariciándose
haciéndose el amor
Pero no
el muerto con el rostro bajo el agua
rompe la tarde
rompe la hojarasca
rompe el reflejo de los árboles en el agua
y rompe
todo posible amor
toda posibilidad de erotismo entre amantes.
V
El pic-nic es necesario
pasto y árboles frondosos
robusto verdes
Instante en que entra la luz o se apaga
inicio o fin del placer
Mas el mantel es hoy un muerto.
VIFrente a la reja que mantiene al ganado
Está un cuerpo un bulto con jeans azules
pudiera confundirse con un becerro
o una pequeña vaquilla
Pero es un hombre muerto
Asesinado:
Una de humano
por las que va de bestia
VII
Es una presa Un bordo
Lugar pretencioso para detener el movimiento
Un contenedor de agua de vertiente
(de afluente
Pretensión efímera
como los que quieren fotografiar
el inicio del universo
Un contenedor del movimiento
generador de toda vida
Entre las piedras que hacen el bordo
está un muerto
un asesinado
como una más de las tantas piedras
que pretender contener el movimiento
VIIIEs la bruma
Es una mañana de niebla
Amanece
Hace frío
No se ve más allá del cercano horizonte
Un pequeño árbol tirita
Calan los huesos
Hay dos cuerpos ¿recostados?
No es el frío Es la condensación
Esos minutos en los que el vapor
se convierte en hielo:
Donde el frío es más frío
Pero no importa
Los cuerpos recostados están muertos
Asesinados
IXEl sol de la tarde
Incendia el horizonte
Pareciera que todo está en fuego
Que pronto se quemarán árboles y hojarasca
Que todo se transformará en cenizas
Hasta el muerto, que apacible,
contemplando el cielo espera
que todo llegue a la flama
Pero no llega
Así son los atardeceres por estas llanuras
Incendiarios pero sólo una ilusión
Los muertos, siguen esperando las cenizas
Tirados en un terreno baldío.
YA NO HAY MÁS POESÍA
PAIS:
No existes
Cuando mucho eres manchón de sangre coagulada;
A lo mucho eres una pierna sucia, tirada en la cuneta
(de una calle
eres una cabeza sobre una hielera
una familia huérfana de esperanzas
Dios, desde ahora es una rajadura negra
La fe hiede y viste de luto.
La casona desmoronándose
La madrehierva invade todas las paredes
La lluvia entra por los techos de cascajo
Ya no hay niños jugando en su jardín
Los jóvenes se han desintegrado en una sombra
La casona está por derruirse
Y en ella nos escondemos, nos abrigamos
De lejos, sólo se devisa el brillo de los ojos, el temblor
(de los esqueletos.
En el dintel de la entrada de la casona se puede leer: Aquí perded toda esperanza
Tanto para el que sale como para el que entra
Esta es nuestra casa
Una gran voz empuja:
Entrad jóvenes mujeres
Entrad niñas: su piel no les pertenece
¿O alguna vez les ha pertenecido?
Entrad niños: los amos necesitan de sus ojos
(de sus labios
Entrad todos: Que de todos requerid brazos
Solo las ancianas, los ancianos
y los discapacitados abstenerse:
Pasadlos a Machete:
Descuartizaos: La carroña servid como carroña.*
Zarpar con el miedo en un costal lleno de huesos
Aquí se acabó toda esperanza
Llega la penumbra de una embriagues dolorosa
El miedo horada los sentidos
Ella no ha llegado
El hijo no escribe desde que salió para el norte
Hay gritos que paralizan todos los conceptos
Ya no hay ideas visiones palabras
Mucho menos poesía esta se ha ido a esconder
(detrás de los lamentos
Todo se ha vuelto luz en una esquina
Algún chillido a lo lejos
La luna es un cobarde agusanado
Tomamos del néctar de la locura
Sorbemos el flujo de la noche
Una voz lejana marca el designio
-tan sólo la frase de un poeta-:
“Ya nunca más escribiré poesía”
Y aquí, se ha dicho todo.
*En las últimas semanas (Abril de 2011) en diferentes fosas clandestinas se han encontrado más de 300 personas asesinadas. El periódico Reforma publico una nota en la que se decía que en una de las fosas la mayoría de los cuerpos eran de niños y mujeres.
DUELE EL PAÍS
Porque país es no sólo territorio con fronteras
Instituciones anodinas llenas de cencerros o Historia apolillada de textos oficiales. País Nación No son estatuas o eventos políticos en recuerdo del Natalicio de Benito Juárez.
No creo en la patria, invento de burgueses para
(burgueses
El País no es un encapuchado armado hasta los dientes. El País no es un reten militar. El país no es un cuartel y una cárcel.
Pero sí creo en otro país
creo en los atardeceres
creo en las alamedas
en las bicicletas con sus bicicleteros
en las torteras y las ñoras del mercado
en los gatos de los jardines y en los perros callejeros
en los trabajadores que siguen llevando el puño
(izquierdo en alto
en los novios en los parques en los olores de la calle
en las muchachas en los bailes en los niños y niñas jugando cascarita en el barrio
en los amantes, en los hermanos y en los cuates
en los estudiantes con la mochila al hombro
en los abuelos y abuelas de tardes de helado
creo en el panadero y en la mesera que lleva con una
(sonrisa el plato
Creo en mi hermano en mis hijos y en mi compañera
y todos ellos, aún los colores de la tarde
y el perfil de un cerro muerto
Señor Calderon:
Que le quede muy claro:
No Son Daños Colaterales.
Juan Pablo de Ávila. (Aguascalientes, 1963). Estudió Ciencias de la Educación en la UAA. A finales de los ochenta editó la revista Proletra junto con Netzahualcóyotl Álvarez Cardona y Óscar Romero. Ha publicado varios títulos, como Estos ojos que maúllan debajo de la cama (1990), Ciudad en los ojos (1992), Corazón en el ojo (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde” 1998), Iba por ahí con los ojos metidos en las miradas rotas (2000) y Ojos para las hadas y Dios (2003) y Ojos de agua (2004).

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