NOSTALGIA de FRONTERA: JAIME VALLE, FUEGO LATINO EN LA CALLE ANCHA
Edmundo Lizardi/SAN DIEGO 1998
... "Ahora yo volteo a ver a la gente de mi generación que comenzó en Tijuana en los años sesenta, y no veo casi a nadie. Dos o tres, nada más, Ray Briz, Esteban Fabela...No hay mucha gente que haya mantenido ese
paso. ¿Y Santana? La diferencia entre Carlos y nosotros es que El Apache se definió desde un principio. Cuando nosotros andábamos con la ola inglesa, Carlos ya se había decidido por lo latino. Ya sabía lo que quería. Ya era Carlos Santana."
Desde su llegada a los Estados Unidos, vía San Diego, el guitarrista tijuanense, Jaime Valle, ha tocado y grabado con artistas de la talla de Steve Alan, Fakie Lane, Sammy Davis, The Four Tops, Big Joe Turner, John Lee Hooker, Salomon Burke, Dave Valentin, Eddie Harris, Joe Farrel,
Ernie Watts, Alex Acu¤a (Weather Report) y Dave Garibaldi(Tower of Power), entre otros.
El ganador del San Diego Music Awards 1996, en la categoría de Latin Jazz, se ha convertido en una creciente atracci¢n en los festivales musicales del sur de California y México, como el reciente Jazz Music Fest de Puerto Vallarta, donde actuó al lado de Poncho Sánchez, Willie Colón, Roberto Perea y Mongo Santamaría.
Su primer álbum como solista es "Round Midnight", producido por Palmusic, con la participaci¢n de figuras como Ernie Watts, Dwight Stone, Carl Evans Jr., Alex Acu¤a y Dave Garibaldi.
"Round Midnight" es una colección de jazz latino que- según la distribuidora internacional, Twinbrook Music-, en agosto del `93, ocupó el segundo lugar en las listas de los mejores álbumes vendidos en Estados Unidos y en Europa; un a¤o despu‚s, en octubre del 94, el lbum fue seleccionado por Music Industry Reviewers, como uno de los mejores del año.
George Varga, crítico del San Diego "Union Tribune", describe a "Round Midnight" como una excelente colección de jazz clásico, con temas conocidos como el que le da título al disco, y composiciones originales,
" todas ellas matizadas con ritmos latinos y la melancólica guitarra de Valle."
"Como l¡der del grupo Equinox-dice Varga-, Valle ha encontrado su propia voz. Su guitarra combina un s¢lido estilo bluesero con un maduro lenguaje melódico que recuerda al ya fallecido maestro Wes Montgomery.
En su original "Tapachula", Valle logra estremecernos con un vuelo de fina reminiscencia de los Gypsy Kings y los Doors."
Actualmente Jaime se presenta con su grupo todos los sábados en el U. S. Grant & Grill, el bar del histórico hotel de la "Calle Ancha" (Broadway) y Cuarta, en el mero "downtown" de San Diego.
Entre tanda y tanda de música y tequilas, conversamos con el artista.
DE TIJUANA PARA EL MUNDO
"Nací en Chiapas-cuenta Jaime- pero en Tijuana me hice mañoso. Allí aprendí a tocar. Mi papá era amigo del dueño del Convoy Club, Lauro Saavedra, y le pedía que me dejara entrar, pues yo era menor de edad.
En aquel tiempo se tocaba rhythm and blues, y el gurú era un afroamericano llamado Gene Ross que vivía en Tijuana. Los otros congales de prestigio eran el Aloha y el Sans Souci.
"Tocábamos para las strippers, las bailarinas que se desnudaban, no para bailes. En esos tiempos no había grupos formales. Los conjuntos se integraban al vapor, sin ensayar, pues había un lenguaje común que era
el blues. El Convoy Club estaba donde después estuvo la Woolworth's, a un lado del antiguo bar La Ballena.
"Por ahí la rolaban batos como Carlos Santana, mejor conocido como "El Apache", y Javier Batiz, "el Brujo." Después se abrieron otros lugares como el Blue Note, y el Capri, centro de actividades del pianista
David Bojórquez y del percusionista Jaime Morán. Empezó a ponerse de moda el bossanova y luego llegaron Los Beatles, y con ellos la onda rockera.
"Procedentes de Durango, aterrizaron en Tijuana los Dug Dugs, aparecieron los Corvettes y los Tijuana Five. En esos días de los "mid sixties" no había clientela mexicana en la Avenida Revoluci¢n, puros gabachos.
La gente de la periferia, de las colonias de Tijuana, aún no hacía suyo el centro de la ciudad.
"En el `65 abrieron el Mike's, un sitio un poco más refinado que los otros, de más caché, con piano bar y toda la cosa. Pero el auge rockero logró que el piano bar de Mike's cerrara y se transformara en escenario
de grupos como el de la popular Genny Silva y los Estucas. Por esas fechas, recuerdo que se hizo un gran festival de música en la Revoluci¢n, donde tocaron grupos como los Stranger's (con Carlos Santana a la
cabeza), los Rockin Devils y los Night Owls, entre otros.
"Luego empezó la época de los bailes en el Salón Versalles, en los Cocoteros, en el parque Teniente Guerrero y en el Flamingo's Drive-Inn.
Surgieron entonces grupos como los Solitarios, Los Duendes- que despuésse transformaron en los Moonlights-; los Freddies, originarios de Guadalajara, y también los Chippys. Todos ellos eran los grupos de las colonias, y a diferencia de los bluseros de la Revoluci¢n, cantaban canciones en español.
"Los que estábamos en la órbita musical gabacha, nos dividíamos en dos grandes bloques: los que segu¡amos la onda soul, motown (que incluía metales), y los afiliados al British Sound. Genny Silva y los
Downbeats, tocábamos el motown sound. Los Dug Dugs, Los Tijuana Five, Los Cuervos y el Apocalipsis (con Fernando Romero y Lupillo Barajas), ejecutaban el Liverpool Sound de la invasión británica. Nosotros no traíamos el pelo largo y ellos sí."
En l966, como miembro de los Downbeats, Valle viajó por primera vez a la ciudad de México. Allá estaba ya bien establecido el Tijuanense Javier Batiz, quien los ayudó muchísimo, al igual que a toda la "clica"
de "Tijuas."
Algunos escenarios de la capital mexicana donde Valle y su grupo se presentaron fueron el Quid, el María Isabel, Los Globos, El Harlem, el A plein Soleil, el Dos más Dos, además de otros sitios del interior de la
república como el fastuosos Casino de la Selva, de Cuernavaca.
DE LOVE ARMY A EQUINOX
"Al regresar a Tijuana, en 1971- cuenta Valle-, me habló Alfredo Elías Calles - el empresario que trajo la famosa comedia musical Hair a México-, y me pidió que formáramos un grupo y que nos fuéramos a trabajar
al Tiberius, de Acapulco. Así nació Love Army. Elías Calles nos envió pasaje y nos dió dinero para que ensayáramos. En ese tiempo en la ciudad de México y Guadalajara empezaban a sonar grupos como La Revolución de Emiliano Zapata, Tinta Blanca, Los Spiders, y Bandido, entre otros muchos. Todos ellos cantaban en inglés. Love Army fue el grupo pionero de las letras rockeras en español.
"No eran letras frívolas sino de mucho efecto social y político. Estuvimos dos años en Acapulco y Alfredo, nuestro mecenas, se encerraba con nosotros a hacer letras entre reventón y reventón. Una de nuestras gua
ridas favoritas era la Casa del Sol, de Alejandro Jodorowsky, el dramaturgo y cineasta chileno, muy de moda en México en aquel entonces.
"Regresé definitivamente a Tijuana en 1978, cuando nació mi primogénito. Después me vine a los Estados Unidos y aquí se aceleró mi metamorfosis como artista. Si tienes interés en tu instrumento, en este caso la
guitarra, la evolución natural es hacia el jazz, hacia la libertad, la creatividad, la improvisación total.
"El jazzista compone y ejecuta al mismo tiempo. Es un acto instantáneo. Yo estuve tocando beebop con varios grupos gabachos y ya cuando te acomodas dentro de la comunidad jazzística, empiezas a mover los hombros y te sientes contento y empiezas a buscar una identidad propia. Y no te queda otra que regresar de nuevo a las raíces latinas, pero con el espíritu jazzístico reinventándolo todo.
"Empiezas a oir a Eddie Palmieri, a Tito Puente, a Papo Luca, a Machito, a todos los tipos procedentes de Cuba, y la mezcla, el casorio, es inevitable: el jazz latino. Todos los elementos musicales que he absorbido en
mi carrera ahí están. Yo me oigo y de repente estoy tocando "La Vikina", o una jarana, un huapango, un tango o un bolero. Uno es como una esponja, eres consecuencia del medio ambiente o de tu relación con tu medio.
"Ahora yo volteo a ver a la gente de mi generación que comenzó en Tijuana en los años sesenta, y no veo casi a nadie. Dos o tres, nada más, Ray Briz, Esteban Fabela...No hay mucha gente que haya mantenido ese
paso. ¿Y Santana? La diferencia entre Carlos y nosotros es que El Apache se definió desde un principio. Cuando nosotros andábamos con la ola inglesa, Carlos ya se había decidido por lo latino. Ya sabía lo que quería. Ya era Carlos Santana."
Mientras Jaime se alista para la próxima tanda, le pido que haga una comparación entre la Tijuana de los sesenta y setenta, y la ciudad actual.
"Mira, a Tijuana casi no voy, por lo que no te puedo decir mucho. La última vez que estuve allí fue en un velorio", concluye el guitarrista también conocido como "El Perro".
Edmundo Lizardi/SAN DIEGO 1998
... "Ahora yo volteo a ver a la gente de mi generación que comenzó en Tijuana en los años sesenta, y no veo casi a nadie. Dos o tres, nada más, Ray Briz, Esteban Fabela...No hay mucha gente que haya mantenido ese
paso. ¿Y Santana? La diferencia entre Carlos y nosotros es que El Apache se definió desde un principio. Cuando nosotros andábamos con la ola inglesa, Carlos ya se había decidido por lo latino. Ya sabía lo que quería. Ya era Carlos Santana."
Desde su llegada a los Estados Unidos, vía San Diego, el guitarrista tijuanense, Jaime Valle, ha tocado y grabado con artistas de la talla de Steve Alan, Fakie Lane, Sammy Davis, The Four Tops, Big Joe Turner, John Lee Hooker, Salomon Burke, Dave Valentin, Eddie Harris, Joe Farrel,
Ernie Watts, Alex Acu¤a (Weather Report) y Dave Garibaldi(Tower of Power), entre otros.
El ganador del San Diego Music Awards 1996, en la categoría de Latin Jazz, se ha convertido en una creciente atracci¢n en los festivales musicales del sur de California y México, como el reciente Jazz Music Fest de Puerto Vallarta, donde actuó al lado de Poncho Sánchez, Willie Colón, Roberto Perea y Mongo Santamaría.
Su primer álbum como solista es "Round Midnight", producido por Palmusic, con la participaci¢n de figuras como Ernie Watts, Dwight Stone, Carl Evans Jr., Alex Acu¤a y Dave Garibaldi.
"Round Midnight" es una colección de jazz latino que- según la distribuidora internacional, Twinbrook Music-, en agosto del `93, ocupó el segundo lugar en las listas de los mejores álbumes vendidos en Estados Unidos y en Europa; un a¤o despu‚s, en octubre del 94, el lbum fue seleccionado por Music Industry Reviewers, como uno de los mejores del año.
George Varga, crítico del San Diego "Union Tribune", describe a "Round Midnight" como una excelente colección de jazz clásico, con temas conocidos como el que le da título al disco, y composiciones originales,
" todas ellas matizadas con ritmos latinos y la melancólica guitarra de Valle."
"Como l¡der del grupo Equinox-dice Varga-, Valle ha encontrado su propia voz. Su guitarra combina un s¢lido estilo bluesero con un maduro lenguaje melódico que recuerda al ya fallecido maestro Wes Montgomery.
En su original "Tapachula", Valle logra estremecernos con un vuelo de fina reminiscencia de los Gypsy Kings y los Doors."
Actualmente Jaime se presenta con su grupo todos los sábados en el U. S. Grant & Grill, el bar del histórico hotel de la "Calle Ancha" (Broadway) y Cuarta, en el mero "downtown" de San Diego.
Entre tanda y tanda de música y tequilas, conversamos con el artista.
DE TIJUANA PARA EL MUNDO
"Nací en Chiapas-cuenta Jaime- pero en Tijuana me hice mañoso. Allí aprendí a tocar. Mi papá era amigo del dueño del Convoy Club, Lauro Saavedra, y le pedía que me dejara entrar, pues yo era menor de edad.
En aquel tiempo se tocaba rhythm and blues, y el gurú era un afroamericano llamado Gene Ross que vivía en Tijuana. Los otros congales de prestigio eran el Aloha y el Sans Souci.
"Tocábamos para las strippers, las bailarinas que se desnudaban, no para bailes. En esos tiempos no había grupos formales. Los conjuntos se integraban al vapor, sin ensayar, pues había un lenguaje común que era
el blues. El Convoy Club estaba donde después estuvo la Woolworth's, a un lado del antiguo bar La Ballena.
"Por ahí la rolaban batos como Carlos Santana, mejor conocido como "El Apache", y Javier Batiz, "el Brujo." Después se abrieron otros lugares como el Blue Note, y el Capri, centro de actividades del pianista
David Bojórquez y del percusionista Jaime Morán. Empezó a ponerse de moda el bossanova y luego llegaron Los Beatles, y con ellos la onda rockera.
"Procedentes de Durango, aterrizaron en Tijuana los Dug Dugs, aparecieron los Corvettes y los Tijuana Five. En esos días de los "mid sixties" no había clientela mexicana en la Avenida Revoluci¢n, puros gabachos.
La gente de la periferia, de las colonias de Tijuana, aún no hacía suyo el centro de la ciudad.
"En el `65 abrieron el Mike's, un sitio un poco más refinado que los otros, de más caché, con piano bar y toda la cosa. Pero el auge rockero logró que el piano bar de Mike's cerrara y se transformara en escenario
de grupos como el de la popular Genny Silva y los Estucas. Por esas fechas, recuerdo que se hizo un gran festival de música en la Revoluci¢n, donde tocaron grupos como los Stranger's (con Carlos Santana a la
cabeza), los Rockin Devils y los Night Owls, entre otros.
"Luego empezó la época de los bailes en el Salón Versalles, en los Cocoteros, en el parque Teniente Guerrero y en el Flamingo's Drive-Inn.
Surgieron entonces grupos como los Solitarios, Los Duendes- que despuésse transformaron en los Moonlights-; los Freddies, originarios de Guadalajara, y también los Chippys. Todos ellos eran los grupos de las colonias, y a diferencia de los bluseros de la Revoluci¢n, cantaban canciones en español.
"Los que estábamos en la órbita musical gabacha, nos dividíamos en dos grandes bloques: los que segu¡amos la onda soul, motown (que incluía metales), y los afiliados al British Sound. Genny Silva y los
Downbeats, tocábamos el motown sound. Los Dug Dugs, Los Tijuana Five, Los Cuervos y el Apocalipsis (con Fernando Romero y Lupillo Barajas), ejecutaban el Liverpool Sound de la invasión británica. Nosotros no traíamos el pelo largo y ellos sí."
En l966, como miembro de los Downbeats, Valle viajó por primera vez a la ciudad de México. Allá estaba ya bien establecido el Tijuanense Javier Batiz, quien los ayudó muchísimo, al igual que a toda la "clica"
de "Tijuas."
Algunos escenarios de la capital mexicana donde Valle y su grupo se presentaron fueron el Quid, el María Isabel, Los Globos, El Harlem, el A plein Soleil, el Dos más Dos, además de otros sitios del interior de la
república como el fastuosos Casino de la Selva, de Cuernavaca.
DE LOVE ARMY A EQUINOX
"Al regresar a Tijuana, en 1971- cuenta Valle-, me habló Alfredo Elías Calles - el empresario que trajo la famosa comedia musical Hair a México-, y me pidió que formáramos un grupo y que nos fuéramos a trabajar
al Tiberius, de Acapulco. Así nació Love Army. Elías Calles nos envió pasaje y nos dió dinero para que ensayáramos. En ese tiempo en la ciudad de México y Guadalajara empezaban a sonar grupos como La Revolución de Emiliano Zapata, Tinta Blanca, Los Spiders, y Bandido, entre otros muchos. Todos ellos cantaban en inglés. Love Army fue el grupo pionero de las letras rockeras en español.
"No eran letras frívolas sino de mucho efecto social y político. Estuvimos dos años en Acapulco y Alfredo, nuestro mecenas, se encerraba con nosotros a hacer letras entre reventón y reventón. Una de nuestras gua
ridas favoritas era la Casa del Sol, de Alejandro Jodorowsky, el dramaturgo y cineasta chileno, muy de moda en México en aquel entonces.
"Regresé definitivamente a Tijuana en 1978, cuando nació mi primogénito. Después me vine a los Estados Unidos y aquí se aceleró mi metamorfosis como artista. Si tienes interés en tu instrumento, en este caso la
guitarra, la evolución natural es hacia el jazz, hacia la libertad, la creatividad, la improvisación total.
"El jazzista compone y ejecuta al mismo tiempo. Es un acto instantáneo. Yo estuve tocando beebop con varios grupos gabachos y ya cuando te acomodas dentro de la comunidad jazzística, empiezas a mover los hombros y te sientes contento y empiezas a buscar una identidad propia. Y no te queda otra que regresar de nuevo a las raíces latinas, pero con el espíritu jazzístico reinventándolo todo.
"Empiezas a oir a Eddie Palmieri, a Tito Puente, a Papo Luca, a Machito, a todos los tipos procedentes de Cuba, y la mezcla, el casorio, es inevitable: el jazz latino. Todos los elementos musicales que he absorbido en
mi carrera ahí están. Yo me oigo y de repente estoy tocando "La Vikina", o una jarana, un huapango, un tango o un bolero. Uno es como una esponja, eres consecuencia del medio ambiente o de tu relación con tu medio.
"Ahora yo volteo a ver a la gente de mi generación que comenzó en Tijuana en los años sesenta, y no veo casi a nadie. Dos o tres, nada más, Ray Briz, Esteban Fabela...No hay mucha gente que haya mantenido ese
paso. ¿Y Santana? La diferencia entre Carlos y nosotros es que El Apache se definió desde un principio. Cuando nosotros andábamos con la ola inglesa, Carlos ya se había decidido por lo latino. Ya sabía lo que quería. Ya era Carlos Santana."
Mientras Jaime se alista para la próxima tanda, le pido que haga una comparación entre la Tijuana de los sesenta y setenta, y la ciudad actual.
"Mira, a Tijuana casi no voy, por lo que no te puedo decir mucho. La última vez que estuve allí fue en un velorio", concluye el guitarrista también conocido como "El Perro".

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