Aprendí las
novedades del sexo y a
mover los horarios de tu camisa en el calendario las fechas no eran y la mesa había vuelto con sus
carniceros El
amor resbaló en el lecho no atinó
un peldaño y lo redujo al silencio
una chancleta En este momento necesito un lápiz para
inventarme y en el pueblo que
no se mueve
acaricio el rocío de las metáforas Los imposibles existen donde empieza el cielo Otoño espíritu
febril de chocolate
para mi cuerpo frío
Navojoa,
Son. Nov./ 18/2004

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