No voy
quedarme en las zapatillas rosas la tierra es necesaria en las huellas que no se rinden y
aún tengo pies En otras
manos mi camisa abandonó rumbos a destiempo Frente al destino lanzo el vestido sin preocupación la vista solamente en el pájaro que ha de llevarme en su vuelo de
espejismos Cedí la terminal y sustraje raíces del asiento para
sobrevivir El llanto desvió
lágrimas apago la voz del Ave María y cierro el rosario es hora de dormir
Navojoa, Son. Ene./7/2004
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