Desde
otra dimensión
Descendí en la
caseta de cobro, una mujer policía vino, era de madrugada, di gracias
a Dios de que a esas horas, hubiera gente en la caseta.
-¿Qué le
pasó?
-Me quedé
dormida.
-Creí que
se había
peleado con el chofer.
-No.
-¿A dónde
va?
-A Navojoa.
-A esta hora, no pasan camiones y si
pasan, no levantan pasaje.
Ay no, Tata, ¡no
me hagas esto! De pronto, detrás de un tráiler
apareció un
camión de
pasajeros. El chofer subió mis maletas y las puso en la
escalera de ascenso y descenso de pasajeros. Me senté en un
cubo, y en ese momento me di cuenta de que el hombre se mensajeaba
o testeaba con alguien por el celular.
-Tú, te
vas a venir matando, -comenté. Y di que te lo dijo una bruja.
Contestó que
le llamaban constantemente del trabajo y que debía
tener encendido el celular, ya no discutí. Apagó el
celular no sin antes responder a una llamada de su padre. Lo encontramos en el
camino y le entregó unos
CDS.
-Tu madre debe rezar mucho por ti,
para que yo venga desde otras madrugadas a decirte esto...
-Mi madre ya falleció,
dijo.
Entonces, sentí que un frío
recorría mi
cabeza y espalda. Un estremecimiento me levantó la
piel y mis vellos se erizaron, no la noté, pero ahí
estaba su madre, a un lado de mí.
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