Hechiza
(do)
Cuando la llevaba semiinconsciente
a la playa, frotó su mano en el pecho de la niña. Desde ese día, fue su sombra y
se protegía entre las multitudes para que no lo descubrieran acechándola. Pero hay
un ojo, un ojo y, quedó ahí, en el ojo, como encandilado, boquiabierto, como zombi
en el lente de la cámara.
Navojoa, Son. Oct./5/2019

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