Siempre
que presento uno de mis libros con un perfomancé, entro en líos. Tan fácil que
es ir, sentarme, escuchar y leer. Pero no, ¿me gusta complicarme? ¿Por qué?
Necesito un músico, y debía llevarlo, vestirme de viuda, de reina del mar, y...
¿Sin rebozo? ¿A dónde va María...? Llevé un vestido que casi deja uno de mis
pezones de fuera, luego, hablar sobre todo lo que no viene en el libro porque
alguien busca, quiere, anhela conocer la vida privada, ver debajo del vestido,
meterse al bolso, entrar en nuestra recámara sin haber pagado permiso. Es parte
del oficio de ser, de subir otra vez el piano y sentarte en el museo y
enfrentar al toro, pero no es un toro, son muchos toros, toros que leen, que
han visto la vida desde la entre línea, toros que bailaron con la más linda y
la más fea, toros. Llegó el músico a tiempo, ni un minuto más, ni dos menos,
llegó justo. Nos reconocimos de nuevo, empezó la canción para afinar la cuerda,
las cuerdasMi presentadora muy linda, la maestra de ceremonias igual, yo como
siempre: ordenando. La guitarra se afinó y la Puerta se cerró detrás de ti. Yo
busqué a Rubén Figueroa, le sobé con mi pie descalzo la pantorrilla y con las
uñas acaricié su rostro, él firme, atento, bien soldado y yo, su generala. Ah
con estos años... El patio del Museo Regional del Mayo "Lombardo Ríos
Ramírez" estaba lleno, había gente sentada en las jardineras, jóvenes que
cedieron su silla a una dama. Dejé el micrófono abierto al público, las
personas hablaron. Sí, no soy merolico, conmigo la gente también se presenta,
para eso tiene voz, en ese momento es cuando la comunión se realiza, ni antes
ni después, es en ese instante, ellos también son parte de, como yo. Los
escuché, puede verlos de cerca, muy cerca y eso me gusta, al fin, terminé
leyendo dos textos más, suficiente. Vinieron los reconocimientos, yo muy
agradecida con Norma Ríos, con Flor
Bolaños (maestra de ceremonias), con Alma Delia Zazueta (mi
presentadora) con el Profesor Lombardo Ríos, porque el Museo es mi segunda
casa, todos mis libros han visto la luz ahí. Fue una gran noche, me siento muy
querida. Gracias Padre, porque Rubén Figueroa llegó, sin él, la noche habría estado
incompleta. Firmé libros, llevé dos de: POR ESTA HEBRA y volaron. LA (PESCA) DA
va en su barco de papel, como Moisés, abre el mar de su destino.
Navojoa, Son. Oct./18/2018
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